El procedimiento facial por corrientes galvánicas es una técnica estética que utiliza corrientes eléctricas de baja intensidad para revitalizar y rejuvenecer la piel del rostro. Esta tecnología avanzada ofrece una serie de beneficios, como la mejora de la apariencia de líneas de expresión, la reducción de poros dilatados y la promoción de una piel más luminosa y firme.

Durante el tratamiento facial por corrientes galvánicas, se aplican pequeñas corrientes eléctricas a través de electrodos especiales en la piel del rostro. Estas corrientes, que son seguras y prácticamente indoloras, actúan en las capas más profundas de la piel, estimulando la circulación sanguínea y promoviendo la absorción de los ingredientes activos de los productos utilizados durante el tratamiento.

Una de las principales funciones de las corrientes galvánicas es la ionización. Mediante este proceso, se utilizan corrientes positivas y negativas para facilitar la penetración de los productos en la piel. Esto significa que los productos para el cuidado de la piel, como sueros y geles, pueden ser más efectivos al penetrar más profundamente en la piel y ofrecer resultados visibles.